El informe IRENA 2017, optimista ante el empuje de la descarbonización y las renovables

Rethinking Energy, el último informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) indica claramente que la bajada de los costes de este tipo de energía -impulsada por la innovación tecnológica y diversas acciones políticas- está estimulando el despliegue de energías renovables y, consecuentemente, un gran número de beneficios socioeconómicos.

Se trata del tercer informe de IRENA, recientemente presentado en Abu Dabi, en el que se detalla cómo estas fuentes pueden descarbonizar el sector energético y mejorar la vida de millones de personas en todo el planeta. Además, pone de manifiesto, pone de relieve hasta qué punto estas tecnologías limpias están ganando presencia en todo el globo, si bien alertan de que son necesarios muchos más esfuerzos.

Repasando las cifras, la inversión mundial en energías renovables ha crecido constantemente desde hace más de una década, pasando de menos de 50.000 millones de dólares en 2004 a 305.000 millones en 2015, cifra record.

Adnan, Z. Amin , director general de IRENA, declaró durante la presentación del informe que “Las energías renovables están ganando terreno en casi todas las medidas. Acelerar el ritmo de la transición energética y ampliar su alcance más allá del sector energético no sólo reducirá las emisiones de carbono, sino que mejorará vidas, creará empleos, facilitará alcanzar metas de desarrollo y asegurará un futuro más limpio y próspero”.

El informe mantiene que la solar fotovoltaica será la energía que más crezca en términos de capacidad instalada y producción, y que las nuevas formas para almacenar la electricidad estimularán el crecimiento de la generación con fuentes variables.  Según estimaciones de IRENA el almacenamiento en baterías podría aumentar de menos de 1 GW que existe a fecha de hoy a 250 GW en 2030.

Además, refleja una nueva realidad, marcada por el aumento de popularidad en todo el mundo de las energías renovables -lo que provoca bajas de precios record- y por el importante papel que desempeña el almacenamiento en baterías, cada vez más demandado. Aporta también un dato muy interesante, y es que las energías renovables sin conexión a red proporcionan ya electricidad a unos 90 millones de personas en todo el mundo, lo que sin duda facilita el objetivo de conseguir el acceso universal a la electricidad para 2030 en el que casi el 60 por ciento de esta energía tendrá que venir de soluciones autónomas y de mini redes.

En cuanto a los aspectos económicos, se pone de relieve que los nuevos instrumentos del mercado de capitales están ayudando a aumentar la financiación disponible.

Así, tal y como ha señalado el director general de IRENA, cumplir con los objetivos del 2030 en cuanto a generación y consumo de renovables “depende de la combinación adecuada de políticas, financiamiento, tecnología y capacidad institucional. Hacer los cambios necesarios y acelerar el despliegue permitirá a los países abordar temas globales en sostenibilidad, educación, igualdad de género, salud, agua y alimentos” creando, en definitiva, un mundo mejor.

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